miércoles, 4 de marzo de 2009

Sin sorpresas en el universo

Ya lo dije la semana pasada, que la Boomer es una bitch y que las 8 son intrínsecamente traidoras. En Battlestar Galactica 4x17 Someone to watch over me ambas afirmaciones se confirman. Tanto gran amor tanta casa de nuestros sueños con el Chief para jugársela al final, y de carambola beneficiarse a Helo, que menuda escena, yo no sabía si sufrir o disfrutar como mi chico favorito de la galaxia se sacaba la camisa, ayssss. Suscribo lo dicho por Mr. MacGuffin en su blog, Grace Park consigue que Boomer y Athena se diferencien a simple vista, no sé como lo hace pero lo hace. (Siempre y cuando no seas Helo Agathon con un calentón, claro).

Tampoco ha sido una sorpresa que el pianista fuera una nueva alucinación de Kara y que el dibujito que le dió Hera no era casualidad. ¿Cuando va a hablar Kara con alguien sobre lo que encontró en la Tierra? ¿Dónde se ha metido Leoben y toda la serie de su modelo? ¿Se les ha acabado el amor por Starbucks ahora que saben que no es humana?

Me está gustando un montón esta temporada y me va a dar mucha pena que se acabe la serie. Nunca sabré como funciona la economía de la flota, y esa duda me corroe. ¿Alguien tiene salarios en esta nave? ¿Se sigue utilizando la moneda? ¿Hay bancos? ¿De dónde sacan la comida después de cuatro años sin civilización productiva? ¿Cómo es posible que sólo quede un tubo de pasta en la galaxia pero que Hera tenga plastidecores de todos los colores? Llamadme loca, pero es que al final sabremos qué es Kara, cual es el destino de Hera y cual es el futuro de las razas humana y cylon, pero nadie nos va a aclarar estos pequeños misterios galácticos...

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