martes, 6 de julio de 2010

Historias que no nos dejan

Por la cabeza me rondan de vez en cuando historias que leí o vi en la tele cuando era pequeña. Mal rollo. ¿Cómo puede ser que recuerde algo que vi con siete años y sin embargo haya escenas de Friends que he olvidado? ¡Sacrilegio!
Pero así es la vida y los misterios de la memoria.
De esas historias "enquistadas" en mis recuerdos hay dos que guardan una clara relación y de las que por motivos laborales, me acuerdo mucho últimamente.
La primera no sabría deciros exáctamente a que programa o serie pertenece, pero era como sigue: ambientada en el Londres de la revolución industrial un hombre, que posee una tienda (o algo por el estilo), recibe una oferta de trabajo que no puede rechazar. Por copiar a mano un diccionario le pagan un pastón, básicamente. Así que allí se va cada tarde, al bajo de sus empleadores, y con su pluma y tintero dedica horas y horas a copiar el María Moliner de la época. ¿Un trabajo de baja cualificación, sin esfuerzo físico y bien remunerado? Evidentemente aquí había gato encerrado. Mientras el pasaba las horas lejos de su comercio los timadores que le contrataron hacían un tunel para entrar en el local y desvalijarle.

Este es Charles Dickens, pero me vale para ilustrar la idea


La otra historia es de Ulises 31, como sabréis es la historia del mitico héroe griego Odiseo llevada al espacio con naves y planetas en lugar de barcos e islas mediterraneas.

El capítulo que recurrentemente se me viene a la cabeza es el de Sísifo, que adapta la historia mitológica a esto: Ulises llega con su nave a un pequeño planeta donde un hombre, Sísifo, empuja subiendo una colina una gran roca. Al llegar a lo alto la echa dentro de un agujero, del que no se ve el fondo. Un rato después otra roca aparece rodando por el valle y repite el proceso. Le explica a Ulises que los dioses le catigaron a subir esas rocas, y que cuando acabe con todas quedará liberado. En el capítulo se descubre que dentro de la montaña hay una maravillosa cadena de producción que recompone las rocas y las vuelve a sacar por otro lado y enviárse las de vuelta al valle. Imaginaos el bajón que le da al Sísifo, tiene una tarea eterna e inútil.


Es que los dioses eran unos cabrones de cuidado


Lo dicho, que estos días me acuerdo mucho de Sísifo y del comerciante timado,;y es que la mitología televisiva me demuestra que todo esto ya ha pasado antes y volverá a pasar...

2 comentarios:

Silent Pok dijo...

Estaba leyendo la entrada y me iba acordando del capítulo de marras de Ulises 31 como si lo estuviese viendo. Pues no hace años ni ná de eso.... si que es cierto que la memoria es selectiva si :D

Cordelia Naismith Dumakae dijo...

Y fíjate que según la Wiki en España se emitió entre el 82 y el 84, es decir, han pasado 26 años desde que vimo ese capítulo!? Desde ahora voy a decir que tengo memoria de elefante XD
Gracias por seguir el blog!